El ballet clásico se basa en cinco posiciones de pies y con sus correspondientes posiciones de brazos y manos, que no admiten ninguna variación.
Posiciones de los pies:
Primera posición
Los pies están completamente apoyados en el suelo, los talones en contacto y las puntas hacia fuera, de modo que los ejes de los pies forman una línea recta. Las piernas están estiradas y en contacto.
No es raro encontrar dificultades incluso en la primera posición. Es muy importante mantener en tensión piernas, glúteos, abdomen y espalda. Los pies han de estar abiertos dentro de límites realistas: de nada sirve abrir completamente para caerse un segundo después. El peso ha de estar más concentrado sobre las puntas de los pies que sobre los talones.
Tercera posición
El talón de un pie se pone contra la parte central del otro. La tercera posición de pies puede hacerse con la pierna izquierda o derecha adelante, de acuerda a la necesidad.
Cuarta posición
Los pies se cruzan de modo que el talón de un pie se encuentre a la misma altura que los dedos del otro y viceversa. Se debe dejar un espacio entre los pies equivalente al largo de un pie.
Quinta posición
Los pies se cruzan de modo que el talón de un pie toque el dedo del otro y viceversa.
Posiciones de los brazos:
Primera posición
Segunda posición
Abre los brazos de forma amplia pero manténlos en línea con los hombros, ligeramente curvados, con cuidado de no dejar caer los codos. Los dedos han de aparecer delicados y suaves.
Tercera posición
Ante en brazo curvado delante de ti, ligeramente adelantado respecto a la cabeza. El otro, extendido y ligeramente curvado, para ayudarte, imagina que algo te sostiene los dedos y el codo.
Levanta un brazo un formando una curva graciosa ligeramente por delante de la cabeza. El otro, extendido y un poco curvado. En todas estas posiciones conserva encogidos los músculos del estómago y del trasero, la espalda recta y los hombros horizontales y relajados.
Quinta posición
Levanta ambos brazos en una forma oval, enmarcando la cara, pero sin mover los hombros. Sin alzar la vista, debes saber que tienes los dedos ligeramente por delante de la cabeza.
Segunda posición
Los pies se giran igual que en la primera posición pero con las piernas algos separadas. El espacio entre ellas debe ser equivalente al de un pie.
Tercera posición
El talón de un pie se pone contra la parte central del otro. La tercera posición de pies puede hacerse con la pierna izquierda o derecha adelante, de acuerda a la necesidad.
Cuarta posición
Los pies se cruzan de modo que el talón de un pie se encuentre a la misma altura que los dedos del otro y viceversa. Se debe dejar un espacio entre los pies equivalente al largo de un pie.
Quinta posición
Los pies se cruzan de modo que el talón de un pie toque el dedo del otro y viceversa.
Posiciones de los brazos:
Primera posición
Coloca a los brazos al frente en una forma oval, con las manos curvadas y los dedos agrupados con elegancia y naturalidad. El dedo medio se curvan a un poco más que los otros. Relaja los pulgares para que no se levanten.
Segunda posición
Abre los brazos de forma amplia pero manténlos en línea con los hombros, ligeramente curvados, con cuidado de no dejar caer los codos. Los dedos han de aparecer delicados y suaves.
Tercera posición
Ante en brazo curvado delante de ti, ligeramente adelantado respecto a la cabeza. El otro, extendido y ligeramente curvado, para ayudarte, imagina que algo te sostiene los dedos y el codo.
Cuarta posición
Levanta un brazo un formando una curva graciosa ligeramente por delante de la cabeza. El otro, extendido y un poco curvado. En todas estas posiciones conserva encogidos los músculos del estómago y del trasero, la espalda recta y los hombros horizontales y relajados.
Quinta posición
Levanta ambos brazos en una forma oval, enmarcando la cara, pero sin mover los hombros. Sin alzar la vista, debes saber que tienes los dedos ligeramente por delante de la cabeza.
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